Mantener nuestro hogar agradable y cómodo siempre es una prioridad, por ello el cómo luce, desde el color de sus paredes hasta si los muebles combinan, se convierten en tema principal. Y si hace mucho no has vuelto a pintar las paredes, quizá puedas ahora ver roces, manchas o golpes en la superficie, por no hablar de esas zonas que comienzan a desprenderse.
Por suerte para ti, eso no requiere toda una renovación completa, aunque sí un retoque de pintura, para mantener las paredes bonitas y evitar que el daño se vaya extendiendo. A continuación te explicamos más sobre como retocar las paredes sin problemas.


¿Cada cuanto se debe retocar la pintura?
Si bien, al principio puede ser complicado valorar por uno mismo si es necesario solo un retoque o se necesita trabajos más especializados. Para entender mejor, presta atención a algunas señales clave que te avisan el estado de tus paredes, como lo son las manchas visibles o decoloración en la pared, especialmente si está expuesta a humedad o sol directo.
También busca si hay rayones, golpes o salpicaduras, agujeros de clavos o taquetes que son visibles ahora que cambiaste de lugar algunas repisas, o si en general al mirar desde lejos hay diferencias en el tono. Esos detalles significan que es necesario tener un retoque de pintura y hacerlo pronto evita que se vuelvan en problemas mayores a futuro.
¿Cómo hacer un retoque profesional? 5 tips clave
1. Asegúrate de tener la misma pintura: usa exactamente la misma marca, tipo y color. Considera que incluso el mismo tono en diferentes marcas puede mostrar diferencias al colocarse, especialmente en los retoques.
2. Trabaja sobre una superficie limpia y reparada: Antes de hacer cualquier retoque, limpia la zona, pero no frotes o talles, para no remover la pintura debajo. Si hay agujeros, con una masilla puedes taparlos y dejar que se seque, así el retoque se verá parejo.
3. Aplica con herramienta adecuada: A veces los problemas que surgen son en la forma de colocación, un pincel fino o esponja ayuda a controlar la cantidad, mientras que una brocha puede dejar un borde notable.
4. Difumina los bordes: Con la misma herramienta, aplica la pintura con movimientos suaves, extendiéndola ligeramente fuera del área afectada, así no se verán las paredes parchadas y se integraran fácilmente
5. Deja secar antes de evaluar: Si al terminar no te agrada, lo mejor es tener paciencia. La pintura húmeda siempre se ve diferente y al secarse puedes notar todos esos detalles, por ejemplo si hace falta una segunda capa.


¿Cuándo no hacer un retoque?
Como mencionamos, en ciertas ocasiones retocar ya no es suficiente, ya sea por diferencias muy notorias en el tono, acabados brillantes o desgaste general. En estas situaciones lo mejor será pintar toda la pared, con lo que podrías aprovechar para renovar la habitación y usar un color diferentes para hacer una decoración intencional. En estas situaciones puedes contratar a un profesional, especialmente si el área a cubrir está muy expuesta.